Hace tan solo seis años la noche de Ambato -en el centro de
Ecuador- se prolongó más de lo habitual. El reloj biológico de Mª Eugenia hizo
que abriera los ojos una y otra vez buscando los primeros rayos de sol, sin
éxito. Finalmente, ya inquieta, se levantó, encendió la luz y comprobó asustada
como el reloj marcaba las diez. La oscuridad delataba al incandescente Tungurahua.
Cuando se asomó a la ventana se sobresaltó aun más al ver como la capa de
ceniza, de unos diez centímetros, cubría por completo la ciudad de 400.000
habitantes. El cambio climático no fue el causante del deshielo de los
glaciares de la cumbre, al menos en esta ocasión.
Circulando por la vía panamericana en
dirección a Quito se pueden contemplar algunos los volcanes más emblemáticos de
Ecuador. Hoy, el Tungurahua no se ha dejado fotografiar, ¿niebla o ceniza?,
tendréis que conformaros con los “chicos buenos”: Chimborazo y Cotopaxi.
Chimborazo 6310 msnm |
Cotopaxi 5897 msnm |